ValeriaAndradeProaño/Sujeta a Cambios
encarnaciones-indisciplinas

Dar nada por sentado
Vuelvo al cuerpo, al conocimiento del cuerpo, que emana como una posibilidad esencialmente distinta; como una travesía a la información interna que recuerda en el silencio. En su materialidad, se hallan impresas informaciones milenarias y multitudinarias, presentes y visionarias, que se despliegan con cada respiración, emergen en el movimiento, se revelan en el contacto, una a una, en el despertar de los sentidos.
Su conexión deviene en un viaje hacia las profundidades de la subjetividad, un descenso hacia lo esencial que se amasa en la vivencia personal e intransferible. Entonces, se extiende como un archivo vivo de sensaciones, como un territorio de memoria donde cada gesto inscribe la huella de cada acción cotidiana, dibujando una cartografía íntima que se forma en los pliegues, en las masas, en los huesos, en los pelos. Se revela en la textura de la piel.
Habitar desde el cuerpo sintiente y consciente se revela como una práctica reflexiva de libertad que no solo percibe el mundo, sino que lo encarna, interpreta y acciona. Es un estado de presencia plena, que no puede evadir la experiencia sensorial y relacional que nos constituye y nos desborda. Pensamiento y cuerpo, cuerpo y percepción, percepción y construcción del mundo se entrelazan y desarrollan en espiral. Formas de conocimiento en movimiento emergen de los ríos subcutáneos que oradan y transforman las escrituras de la realidad.
Peso
Gravedad
Sonido
Rebote
Imagen
Convocatoria
Provocación
Deseo
Dimensiones
Pulsión
Emergencia
Destrucción
Detonación
Renacimiento
Respiración
Calor
Olfato
Ritmo
Fuerza
Tensión
Forma
Liberación
Urgencia
Travesía
Metáfora
Envejecimiento
Sostén
Contacto
Tensión
Orientación
Velocidad
Flujo
Tiempo
Espacio
Negociación
Poética
Política
Quietud
Silencio
Mediador entre el adentro y el afuera, entre el sujeto y el mundo, es contenedor de historia personal, social, compartida. La imaginación de su pervivencia baila lazos afectivos componiendo acontecimientos para el acuerpamiento común, remendando, y abrazando redes energéticas de vibraciones de cuidado. Dando cuerpo a una poética del dar y recibir, reconociendo toda vida. Abriendo continuidades en la experiencia de su extensión y voz que redefine el sentido de pertenencia en la percepción con la otra piel.

